Proyecto se lleva a cabo gracias a la coordinación con el Senama de la Región de Atacama y dirigentes locales de clubes de adulto mayor.

Es un trabajo en conjunto que busca entregar educación en salud a la población, focalizándose en el grupo de los adultos mayores, a través de un examen de medicina preventiva que llevarán a cabo estudiantes de Enfermería de la Universidad de Atacama (UDA).

El académico del Departamento de Enfermería de la UDA, Pablo Dubó señaló que los practicantes van a realizar una evaluación integral desde el punto de vista de la Enfermería, “vamos a hacer un recorrido del historial clínico, cuáles han sido las principales patologías que han afectado a estos adultos mayores, cuáles son los tratamientos que desde el pasado y que hasta la actualidad, están utilizando y el historial de atenciones en el sistema de salud”.

El enfermero universitario detalló que los grupos de trabajo actuarán en barrios que tienen clubes de adultos mayores ya consolidados, autorizados y que tienen visitas de kinesiólogos, postulan a proyectos, en otras palabras son “un segmento de adultos mayores que ya está en una rutina de ejercicios y de mantener una actividad de vida sana”, acotó.

SENAMA

La coordinadora Regional del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), Ada Bassi indicó que el trabajo colaborativo con la carrera de Enfermería de la UDA surge de las distintas necesidades que tienen los adultos mayores de poder ir retrasando los niveles de dependencia.

Ada Bassi explicó que “junto con el profesor Pablo Dubó, estamos haciendo un trabajo que comienza este 18 de marzo, con el primero de los clubes que se llama Nueva Juventud, que es presidido por don Jorge Godoy, que es un activo dirigente adulto mayor y que es presidente de este club, con quien vamos a canalizar todas las ayudas y actividades”.

La Directora Regional del Senama adelantó que “van a ir grupos de alumnos para hacerles desde diagnósticos hasta un plan de trabajo a las personas mayores, con este plan de trabajo van a poder ir ellos reduciendo niveles de dependencia, e ir aprendiendo también cómo cuidar su cuerpo haciendo ejercicio, comiendo sano, porque eso es lo que ellos necesitan aprender”.

“Estamos buscando un cambio de mirada, es decir que ya dejemos la connotación negativa que implica llegar a la tercera edad, que son todas las personas mayores de 65 años, donde muchas veces son marginadas de la sociedad por el sólo hecho de cumplir la edad y eso está equivocado, porque hoy en día uno ve a una persona de 60 años y está impecable, con todas las capacidades y necesidades de aportar tanto laboralmente, como socialmente”, reflexionó la profesional.

PRÁCTICA EN TERRENO

El académico de la UDA expresó que la ‘Práctica Intermedia’ es una cátedra más, con horas asignadas, que los estudiantes tienen que cumplir por formación y tiene una evaluación final para la aprobación, en otras palabras “si bien, los alumnos tienen las competencias teóricas, ahora tienen que desarrollar las prácticas”, puntualizó.

Los estudiantes, durante un lapso de tres semanas de intervención con cada club de adulto mayor, “van a hacer una evaluación, un plan de intervenciones en términos de motricidad o memoria de acuerdo al diagnóstico que se genere y también hacer una revisión de los antecedentes médicos para ver si podemos colaborar en la gestión sanitaria, o sea, si hay una hora pendiente que podamos agilizar recomendar, dar sugerencias hacia dónde dirigirse, cómo funcionan también los distintos organismos públicos que están disponibles para toda la comunidad”, aclaró el académico.

“Creo que una de las grandes fortalezas que tiene este proyecto es la gestión del cuidado, y es ahí donde el papel fundamental del enfermero es rescatar que el adulto mayor lleva un año con una atención en espera por una derivación al hospital, por una intervención o por una radiografía”, aseguró Dubó.